Cielo de medianoche.



Hacemos horas extra en el ayer que ya no volverá. Actos en vida. Dejando al universo con nudos en la garganta. ¡Es hermoso, madre!

El mundo se queda escaso cuando lo pienso. El hielo cruje. Roneo a la muerte. Desgarro corazones de piedra que aprenden a sentir de verdad. Percibir los mejores aromas dentro de las peores esencias, pura vida. Si me sonríes, no existirá condena. Hace tiempo que los secretos son brasas, ya no cuento lo perdido. Tus labios y mi cintura. Serán pura fantasía en atardeceres púrpura. Espérame junto a tu cama, te acompañaré en las noches en vela. Parones a cien. Algo normal en el interior de nuestro mundo. Nada es casualidad. Lo que tú sufres, yo lo noto.

Nunca me había sentido así. Encontrando sorpresas lejos de un cumpleaños. Entrando en la conquista de tu piel. Devolverte el aliento. Admirar todas tus piezas, ver esa belleza esculpida a martillo sin cincel.  Exhalar aire fresco dentro del desierto. Volver al ritual de atravesar tu silencio con la fragilidad suficiente, para no asustarte. Imaginar tu despertar mientras admiro tu talento. Desgranar tu alama. Robar tu mirada cuando escaseen tus palabras. Siendo aquello que esperas, avivando el fuego. Mientras sea yo, Ludovico amansa mi sentido.

Querido heroico vencido, sé que espera a que su mundo se alinee con el mío. Créame, es un error en estos tiempos. El corazón se agranda dentro de una pasión sin trampa. El amor nunca tuvo reglas. Andenes sin espera, matizar la luna, interiorizar “Fly”. Guardar recuerdos entre las dudas.

Te advierto, soy un desastre. Pintaré con carmín tus días. Suelo perderme entre nubes negras y “Una mattina” siempre me ayuda a reencontrarme. No des consejos si no te los pido. Me gusta equivocarme. Creyente de leyendas muertas. Habilidad sutil. Sentir. Renacer entre imágenes que ya no recuerdo. Maniatando el miedo que me hundió, transformándolo en la guerra. Me ayuda a progresar. Raíces de un roble buscando los límites para aprender más rápido. Eres consciente de que mis ganas podrían encontrar todos tus lugares favoritos. No soy más que una lengua de palabras inventadas. Colocadas en el lugar correcto. Alineaciones térmicas, ¿qué hace un chico como tú, en un mundo como este?

Buenaventura de lugares inhóspitos. Llenarle el alma de bellas palabras. Deslizarme por su piel como una gota de agua. Olvidando el miedo, temblando de placer. Contar todos y cada uno de sus lunares, con mis dedos fríos. Abrir la ventana con su camisa por vestido. Quiero que la luna nos vea. “Corale” hace que le ponga extremada pasión a lo que escribo. Todos soñamos con esa chispa que creemos necesitar. Entenderlo todo sin decir nada. Hacer el amor de forma infinita. Olvidarnos del tiempo. Saltar sin mirar, viajar sin rumbo. Disfrutar de las pequeñas cosas, marcar esa diferencia que nadie espera pero que todos envidian. Será que no tuvieron el valor suficiente para encaramarse al amor.


Sarah Jamet Martínez.

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